Al consultar un urólogo infantil, este debe primero diferenciar que tipo de incontinencia tiene tu hijo o hija para poder dar el tratamiento adecuado, ya que existen varios tratamientos posibles con diferentes con diferentes tipos de éxito.
También se deben evaluar diferentes situaciones o patologías que suelen venir asociadas como dificultad para defecar o infecciones urinarias ya que esto empeora las incontinencias en los niños.
Por esto es que los tratamientos de las incontinencias frecuentemente son abordadas por diferentes ángulos simultáneos o secuencialmente, ya que existen varios tratamientos para los diferentes tipos de incontinencias, pero ninguno de estos tratamientos tiene un 100% de efectividad, por lo que a veces se requiere cambiar o asociar tratamientos en la marcha, según los resultados obtenidos.
Algunos de estos tratamientos más frecuentemente usados son:
1.- Fármacos: Existen varios fármacos que se pueden usar para diferentes casos ya que tienen variados mecanismos de acción, por lo que algunos funcionan mejor para un tipo de incontinencia que otros o a veces no se pueden usar en algún niño específico por lo que deben ser cambiados, pero en general lo que hacen es estabilizar la vejiga.
La elección del mejor remedio para cada caso se hace junto a los padres evaluando las causas, los efectos adversos e incluso el precio.
2.- Hipnosis: Esta terapia aunque es poco conocida tiene una alta efectividad en casos seleccionados, teniendo la ventaja de que no tiene efectos adversos y no se contrapone con otros tratamientos.
Por lo anterior es que tiene una alta aceptación por parte de los padres y del niño, siendo una novedosa manera de mejorar una incontiencia.
3.- Ejercicios: También llamado Biofeedback requieren de la participación de kinesiólogos entrenados en estas técnicas, un período de aprendizaje por parte del niño y luego practicas domiciliarias por un tiempo prolongado, aunque su efectividad a largo plazo es aceptable.
4.-Alarma: Estas alarmas se ocupan solo para las enuresis nocturnas, aunque tienen un grado de efectividad bueno requieren de un período de adaptación del paciente y familiar para que tenga su máxima eficacia.
5.- Conductuales: Estos tiene una eficacia baja, sin embargo, se suelen usar para apoyar otros tratamientos mejorando los buenos resultados a largo plazo.
Por último, es importante entender que aunque todos los casos se parecen en sus síntomas, no todos son iguales en sus causas y requieren de una evaluación personalizada para tener los mejores resultados con el menor costo posible y en el menor tiempo.
Dr. Marcelo GonzálezCirujano Urólogo InfantilClínica UniversitariaPuerto Montt Universidad de Chile